Somos nuestro propio producto

Irene Dávila
5 min readNov 20, 2020
Pic by @randytarampi

El otro día estuve escuchando este podcast en el que Kristina Walcker-Mayer hablaba de extrapolar el concepto desarrollo de producto a nuestro propio crecimiento personal. No es la primera vez que había escuchado esta idea, pero me pareció interesante el enfoque desde los ojos de una Product Manager.

¿Cuántas veces os han preguntado en una entrevista de trabajo dónde os véis en 5 años? Es una pregunta que a mi siempre me cuesta responder. Normalmente suelo responder con un puesto (ej: Head of Product), pero realmente (y me incluyo), no pensamos en lo que supone. En quién queremos ser dentro de 5 años, y lo que necesitamos para llegar a ese objetivo.

A ver, si somos un Product Manager Junior sabemos que debemos coger mucha experiencia y la secuencia sería pasar a Product Manager, luego a Product Manager Senior, para posteriormente optar a ser Head of Product. Pero, como dice Kristina, esta idea suena más como si estuviéramos en un videojuego y tuviéramos que ir pasando de nivel. ¿Es realmente así como debemos tratar nuestro desarrollo personal?

Ella propone en primer lugar crear una visión: definir quienes somos como personas. Debemos conocernos, y tener claro por ejemplo si somos personas enérgicas, si hay cosas que no van con nosotros, qué rutina tenemos… Porque a veces (muchas veces), queremos ser alguien que no somos.

Pasaremos entonces a la fase de discovery en la que vamos a entender nuestros problemas y necesidades. Muchas personas tienen dificultades porque realmente no se entienden, no saben quienes son. Para mi, al igual que en un producto, esta fase ha sido fundamental en mi desarrollo personal.

Kristina propone como inicio el test de Gallup, donde podrás descubrir cuáles son tus fortalezas y es un buen inicio para comenzar a conocerte. En mi empresa lo propuse el año pasado y lo hicimos. Comprendí que mis mayores fortalezas son: la empatía, la actividad intelectual (ser introspectiva y apreciar conversaciones intelectuales), el anhelo de saber más y aprender cosas nuevas, la responsabilidad (compromiso sobre lo que digo que voy a hacer + honestidad) y la ideación.

Otra opción que ella propone es escoger algún framework de producto como 4Ds (Discover, Define, Design, Deliver) y tratar de averiguar en qué somos buenos.

Para mí ha sido esencial entender (y aceptar, ¡ojo!), qué cosas son las que son naturales en mi. Algunas me parecen más fáciles y para otras necesito dedicar más tiempo. Cada persona tiene su set de skills y las mías me hacen única. Es justo esta combinación de diferentes fortalezas y conocimientos lo que hace que cada PM sea diferente.

Una vez hecho esto, tendremos nuestra propuesta de valor para compartir con el mundo.

“Este tipo de auto conocimiento es más común entre perfiles seniors, ya que suelen tener una personalidad más fuerte porque son conscientes y entienden lo que pueden aportar. Han sido capaces de invertir tiempo en sus skills y fortalecer su talento.”

Pero y entonces, ¿es una pérdida de tiempo centrarse en las debilidades?

A mi personalmente es algo que me ha preocupado siempre. Intentaba dedicar más tiempo a lo que no se me daba bien para tener un equilibrio. Pero es cierto que al final, dedicaba mi tiempo a cosas que no me gustaban tanto. El podcast propone no ignorar nuestras debilidades, pero tampoco emplear todo nuestro tiempo en ellas. Nuestro esfuerzo en growth debe ir a nuestros talentos naturales.

“Si te rompes un brazo y necesitas escribir con el izquierdo, puedes tratar de practicar y con el tiempo serás más rápida y eficiente, pero nunca llegarás al nivel que de escritura que tienes con el brazo derecho, porque esa es tu manera natural de escribir.”

En nuestra vida, iteramos de manera constante. Con cada decisión importante que tomamos, nos enfocamos hacia una nueva dirección. Algunos solemos iterar en nuestra carrera profesional más de una vez. Y cada vez que lo hacemos, aprendemos.

“Para encontrar nuestro camino profesional, podemos centrarnos en ver qué cosas realmente nos gustan, aquellas que hacemos en nuestro tiempo libre, las que buscamos en Google, las que nos hacen no mirar el reloj y que las horas pasen volando… Quizá así te das cuenta de que en tu tiempo libre te apasiona el deporte, la moda… Y puedes apostar por ese sector que te apasiona.”

Otro punto importante, como comentaba antes, es aceptar nuestras debilidades.

“Creo que es importante, especialmente como líder, mostrarse vulnerable. Muchas compañías hablan de excelencia y en ocasiones creemos que eso significa no cometer errores. Sin embargo, no somos máquinas, cada uno tiene su propia personalidad y cosas que le gustan menos. Como humanos, debemos compartir estos pains y apoyarnos en el equipo; combinar nuestras habilidades para conseguir buenos resultados.

Es cierto que como Product Managers, hay veces que las debilidades pueden frenar nuestro éxito. Por ejemplo, podemos no tener un perfil analítico, no saber SQL, no ser super tech… pero esto se soluciona apoyándonos en el equipo. Sin embargo, estar dispuesto a colaborar es un must. Si identificas tus debilidades y alguna de ellas es clave para el rol que persigues, debes trabajar en ella. Pero no te obsesiones por saberlo todo.”

Por último, es importante que tengamos un día a día acorde con toda esta filosofía. Kristina propone que trabajemos de manera semanal. Planear cada semana con algo que nos haga feliz, que nos haga sentir orgullosas, que nos haga progresar.

A final de la semana, dedicar un día a sentarte y reflexionar sobre tu semana, hacer tu propia retro. Ver qué cosas has amado, aprendido, anhelado u odiado. Estas reflexiones semanales hacen que puedas pasar tiempo contigo, lo cual siempre es necesario. Te ayuda a ir consiguiendo la mejor versión de ti poco a poco.

En esta sociedad donde es imposible abandonar esa sensación de estrés, de no ser suficiente (el famoso síndrome del impostor), para mi es fundamental construir un hábito de desarrollo personal. Sin prisas, sin frustración, pensando que si esta semana he cometido un error, he podido identificarlo y me servirá para mejorar la siguiente, y convertir cada cosa en una oportunidad para crecer.

El Product Manager piensa, propone… pero también se equivoca y ¡aprende!

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